Bienvenidos a una nueva entrega de Ochenterada inesperada.
En esta sección, comentaremos películas (puede que incluso series) de los años 80, que nos gustaron/impactaron o simplemente recordamos y que poca gente conoce su existencia. O eso creemos.
Así, no espereis en esta sección ni la saga de Indiana Jones, o Regreso al futuro o Los Goonies, ya que TODO el mundo conoce esas peliculas, sino que intentaremos hablar de películas algo más desconocidas pero no tan extrañas que sólo conozca el adicto al videoclub más cochambroso y sórdido.
Sin más dilación, os dejamos con la película del mes: Solos con nuestro tío
Titulo original: Uncle Buck
Año: 1989
Director: John Hughes
Reparto: John Candy, Amy Madigan, Gaby Hoffman, Macaulay Culkin
Argumento:
El
matrimonio Russell y sus tres hijos han dejado su pequeño pueblo para
vivir en las afueras de una gran ciudad. Cuando el abuelo sufre un
infarto, los Russell tienen que volver al pueblo a toda velocidad, pero
se les plantea un problema: ¿Con quién dejan a los chicos? Para su
desgracia, sólo hay una solución... la oveja negra de la familia, el tío
Buck. Soltero irresponsable, incapaz de mantener un trabajo y de llevar
una vida convencional, está decidido a que la visita a sus sobrinos
resulte inolvidable
No creemos que la recuerden muchos porque:
El
título español lleva a confusión, y que aparezca Macaulay Culkin
también. No niego las bondades de Sólo en casa, pero Sólos con nuestro
tío, aunque carece del humor cartoon de la otra película tiene un gran
peso a su favor: John Candy.
Ok, se acabaron los chistes de
gordos. Pero no es coña, John Candy era muy grande. El orondo actor
tenía un carisma a prueba de bomba, y pese a que la película tira por
algunos derroteros ñoño-familiares, el tío Buck es una especie de Homer
Simpson más joven que tiene unas cuantas lecciones vitales por dar a sus
sobrinos y de paso lograr que los espectadores pasemos un buen rato con
una sonrisa en la boca.
Joder como que no la recordamos, si esta es mítica, ojalá la repusieran pronto para verla, si nada más que estando John Candy, es sinónimo de risas aseguradas
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