Empezamos nuestro repaso a la undécima temporada de Mentes Criminales.
En este artículo, reseñamos los capítulos de la undécima temporada correspondientes al tercer disco.
Entropía: Reid vuelve de visitar a su madre solo para encontrar su propio empuje en un juego del gato y el ratón, cuando la UAC implementa una elaborada estrategia en un intento desesperado para acabar con la red oscura de sicarios.
Capítulo muy tenso y emocionante, con un enfrentamiento dialéctico entre Reid(se echaba de menos un capítulo protagonizado por el doctor Reid) y una joven asesina llamada Cat. Al parecer, toda la trama de los sicarios acaba aquí así que a ver cual es el "enemigo" de la temporada.
Conduce: Cuando dos cuerpos sin cabeza son encontrados en espacios publicos en Boston, la investigación lleva a la UAC a deducir que los asesinatos están conectados a un servicio de viaje barato con coches compartidos muy popular, que las víctimas usaron antes de sus muertes.
Capítulo entretenido que advierte de los peligros de Uber o Blablacar(sin decirlo claramente) con un ex alumno de escuela católica resentido que usa la guillotina para matar a pecadores.
El lazo: La UAC viaja a Atlanta para asistir a una investigación de un SuDes que exhibe a sus víctimas en los lavabos de los paradores para camiones en el Sur del país, solo para descubrir que lo que parece ser una serie de asesinatos muy dispares y aleatorios, en realidad es algo mucho más calculado.
Entrenido episodio, con psicopata peculiar con relación algo enfermiza con una madre aún peor que él y que encierra un pasado trágico así como su final.
Rehén:Cuando una adolescente se escapa de un St. Louis casa donde estaba cautiva desde hace varios años, la UAC tiene la tarea de encontrar a su captor y compañeras de cautiverio. Pero el caso se complica cuando se hace evidente que la única manera de coger el secuestrador es llegar a la chica que depende de él más.
Un caso de secuestro terriblemente real con un villano manipulador como pocos y que nos hace estremecer imaginarnos la vida de las tres chicas allí secuestradas y el fuerte Síndrome de Estocolmo de una de ellas. El giro hacia medio/final capítulo hace aún más terribles las acciones del secuestrador.
Una placa y una pistola: La UAC regresa a Los Ángeles después de la oficina de campo local desentierra imágenes de vigilancia inquietante que muestra un asesino juerga de ser invitado a las casas de sus víctimas, lo que obligó al equipo a poner en marcha una persecución intensa por el sospechoso.
Curioso caso de asesino que asfixia a sus víctimas(y que podría ser un agente del FBI) pero sin duda lo más interesante es el final del episodio en el que Morgan es secuestrado por una banda de tipos siniestros.
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