Este volumen empieza con el final de la batalla entre Jotaro y el hermano menor de D´Arby con su batalla mediante un videojuego de beisbol por el alma de Kakyoin. El stand del villano resulta ser capaz de leer el alma de los demás y por eso adivina siempre los movimientos de Jotaro pero éste logra derrotarlo ¿Como? En realidad, es su abuelo Joseph, quien usando su stand usa el mando por su nieto y vence a D´Arby.
Mientras tanto, Abdul y Polnareff se encontrarán con Vanilla Ice, el siervo más fiel de Dio(capaz de autodecapitarse por su amo) y que ha recibido su propia sangre. Su stand devora todo lo que encuentra y lo envía a una dimensión oscura y primero Abdul, y luego Iggy, se sacrificarán tras duros combates para que Polnareff(quien habrá perdido varios dedos de una mano y parte de la pierna) logre matarlo de una vez por todas. Un combate muy emotivo y violento en el que Jotaro pierde a varios de sus compañeros ante un enemigo formidable y casi invencible.
Jotaro, Joseph y Kakyoin se encuentran a un vampiro estúpido al que derrotan facilmente y lo usan de guía para encontrar a Dio. Allí se encuentran a un Polnareff aterrorizado porque ha experimentado el The World de Dio pero no sabe cual es su poder realmente, aún así el francés está dispuesto a ir tras él.
Las cartas están sobre la mesa y este tomo nos encamina hacia el final con la batalla contra Dio en el horizonte. Ya ha habido dos bajas en el equipo, Polnareff está muy malherido y Dio se prepara para acabar con todos ellos antes del amanecer. Aún así, el tomo tiene sus momentos humorísticos como todas las reacciones de Joseph previas al ora-ora-ora de su nieto que ayudan a aliviar la tensión del manga.
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