Las estrellas mi destino (Reseña novela)

Título: Las Estrellas mi Destino

Año publicación: 1955

Autor/a: Alfred Bester

Número de páginas: 240

Argumento:

En el siglo XXV, cuando las técnicas de teleportación han cambiado de forma radical la sociedad de la Tierra, un hombre motivado por pasiones extremas emprende un carrera desesperada por cambiarse a sí mismo. Gully Foyle fue abandonado a su suerte y logró sobrevivir milagrosamente a una situación sin esperanzas; desde entonces ha venido acumulando riquezas y poder con un único objetivo: vengarse.

Opinión personal:

Ambientada en un futuro en el que la gente puede teletransportarse gracias al poder de la mente(a ese don le llaman jauntear) nos encontramos con un personaje, en principio anodino y sin aspiraciones, que encuentra una meta en su vida: vengarse. Para ello, primero acabará de rebote en un planeta habitado por una extraña tribu que sigue tatúandose(una practica que se creía olvidada) y le tatuarán un rostro de tigre que se convertirá en su seña de identidad. Gully, siempre furioso e implacable, pasará por miles de penurias intentando averiguar porqué le abandonaron, acabará en la cárcel, escapará de ella y se creará una nueva identidad a lo Conde de Montecristo junto con varias modificaciones corporales para convertirse en una especie de superhombre capaz de cumplir su venganza.

Una novela tremendamente entretenida y llena de acción, que no se para ni decae en ningún momento con ideas tan geniales(recordad que es una novela de mitad de los 50) como que el telépata más poderoso es un niño de 70 años, un hombre radioactivo que sólo puede estar 5 minutos en presencia de humanos, unas visiones terroríficas en llamas, gente teletransportandose para viajar(o morir en el intento), religiones prohibidas, cultos a la no sensación (llegando a límites extremos que Clive Barker aplaudiría) y varias sorpresas. Quizás, lo que menos me ha gustado es que el protagonista es terriblemente antipático pero aún así se sigue con gran interés toda su aventura y al final, logra incluso casi redimirse con su final. ¿Está la Humanidad dispuesta a controlar realmente su destino?