Título: Apagadas están las luces
Año publicación:
1982
Autor: Richard Laymon
Número de páginas:
172
Argumento:
Cada semana, cuando se apagan las luces, el cine del pueblo proyecta una nueva película de terror. Las escenas impresionan por su realismo: los cuerpos desmembrados, las vísceras arrancadas, las decapitaciones, los banquetes antropofágicos…, todo produce una sensación de autenticidad. Los espectadores reaccionan histéricamente, pero se consuelan pensando que son trucos cinematográficos.
Opinión personal:
Cuarta novela que leo de Layman (bastante cortita por cierto) y en la que están presentes sus constantes: sexo y gore aderezado con un tono de serie B. Hay dos historias durante la novela que no convergen hasta el final: la de las películas snuff, la parte más interesante pero también más sangrienta, y la de Connie y la venganza de su ex novio conchabado con una atractiva pero psicótica mujer.
Las dos historias no se entremezclan hasta casi el final y mientras tanto hay un festival de violencia y sexo, pero el problema es que está todo narrado de forma muy apresurada, como si el autor tuviera que presentar esta novela sí o sí antes de una semana y se pierde parte del impacto.
Entretenida, pero más trabajada estaría bastante mejor y también con protagonistas de lado de los buenos más simpáticos, ya que me costaba estar de su lado, sinceramente.
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