Una pareja barcelonesa con gustos frikis. Y ahora con más robots asesinos que nunca

viernes, 18 de abril de 2014

El diablo a todas horas (Reseña novela)

Título: El diablo a todas horas

Año publicación: 2012

Autor: Donald Ray Pollock

Número de páginas: 371

Argumento:

Cuando Willard Russell, veterano de la primera guerra mundial, descubre que el cáncer empuja a su mujer hacia una muerte inevitable, concluye que solo Jesús podrá socorrer a quien la ciencia ha condenado; tras erigir un altar en pleno bosque, se entrega a unas sesiones de oración, que poco a poco, se tornarán peligrosamente sangrientas, y en las que participará, estoico, su hijo Arvin. Durante mas de dos décadas, desde la resaca posbélica hasta los esperanzados años sesenta, Arvin crece en busca de su propia versión de la justicia, rodeado de personajes tan particulares como siniestros: Carl y Sandy Henderson, una pareja de asesinos en serie que patrullan América en una extraña misión homicida; El fugitivo Roy, predicador circense y febril y su compañero Theodore, guitarrista paralítico y asediado por sus pulsiones; el religioso Preston Teagardin, cruel, sádico y lascivo, y el sheriff corrupto Lee Bodecker, que está dejando de beber. Hombres y mujeres frecuentemente dominados por formas monstruosas de la fe, que perdieron el rumbo en un mundo a la deriva donde Dios no es mas que una sombra.







Opinión personal:


Gótico sureño con muy buena fama (ganó varios premios a mejor libro del año en 2012) y si bien la prosa de Pollock es correcta y directa, la historia me parece algo inconexa y parece una sucesión de relatos cortos que una novela propiamente dicha.

Al principio el protagonismo parece ser que será para Willard, Arvin y su particular adoración a Dios, pero debido a un suceso, esta parte se olvida y se centra más en los asesinos en serie cuyas desventuras me parecieron algo repetitivas.Por otro lado, los dos predicadores que eran unos personajes enfermizos y a los que se les podía sacar jugo desaparecen de la trama con facilidad.


Sin duda, lo más interesante es esa sordidez de la America profunda con pocos personajes redimibles y en el que más o el que menos tiene una obsesión que le impulsa a hacer el mal (ya sea el sexo, el alcohol o la violencia) y en los que no se da un respiro al lector.



 


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