Una pareja barcelonesa con gustos frikis. Y ahora con más robots asesinos que nunca

martes, 23 de octubre de 2018

Todo Paracuellos(Reseña comic)

Título: Todo Paracuellos
Autor: Carlos Gímenez
Tomos: 1
Argumento:


Paracuellos recrea anécdotas e historias de la vida diaria de los niños que vivían en los hogares de Auxilio Social en la postguerra franquista. Se trataba de una especie de orfanatos donde iban a parar los niños que habían quedado total o parcialmente desamparados a causa de la guerra civil (porque habían quedado sin parientes o porque los familiares vivos no podían mantenerlos).







Opinión personal:


CarlosGiménez me encantó en Los profesionales pero es en Paracuellos donde me deslumbra del todo. Su calidad artística como dibujante y narrador es la misma, es decir excelente, pero las historias aquí tratadas llegan todavía más al corazón. Paracuellos (llamada así por ser uno de los Hogares de Auxilio Social de los que se cuentan historias) nos muestra un pedazo de historia olvidado, el de los niños que debían vivir alejados de sus familiares y mediante relatos de 2 a 8 paginas(todos ellos basados en historias reales del propio autor o de ex compañeros suyos de "cautiverio") nos muestran las miserias y sinsabores de aquellos años.

Las primeras historias son las más duras, en las que vemos hasta que punto los niños pasaban frío, hambre y penurias mientras sus "protectores" aprovechaban cualquier excusa para pegarles o denigrarles. Son historias duras pero que siempre tienen un brillo de luz, el de la esperanza e imaginación de cualquier niño. Algunos se aferraban a los tebeos, otros a las novelas(en realidad sólo uno de ellos tenía permiso para poder leer novelas) o a los juegos e inventarse futuros en los que sus padres o hermanos ausentes les sacarían de sus aciagos presentes.

La dictadura franquista está presente en toda la obra pero representada a través de sus acólitos más miserables que llevaban la opresión a pequeña escala: forzando la religión, la sumisión y la obediencia como si fueran pequeños militares. Pero también hay lugar para el sexo, para los progenitores mentirosos y para el humor. Los juegos infantiles, su inocencia pero también la mala leche de algunos críos, convierten la lectura no sólo en un coleccionable de desgracias sino en las memorias de unos niños que ahora son abuelos.

Imprescindible es decir poco. Leedla ya.

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