Autor/es: Douglas Preston/Lincoln Child
Argumento:
La muerte de Jeremy Grove, famoso crítico de arte, es inexplicable. Su cuerpo fue encontrado en una habitación cerrada con llave desde dentro, con la marca de un crucifijo grabada en su pecho como una quemadura, la huella de una garra en la pared... y un insoportable hedor a azufre... ¿Serán las marcas del diablo? Hasta los menos supersticiosos empiezan a hablar de un pacto con el maligno.
Para investigar este extraño caso, el inspector Pendergast tendrá que abandonar Nueva York y viajar a un pueblo de Italia, donde veinte años atrás cuatro hombres hicieron una promesa diabólica. A partir de entonces Pendergast se ve obligado a enfrentarse con fuerzas desconocidas; él mismo parece ser la próxima víctima de una venganza abominable, a la que no está nada claro que pueda sobrevivir...
Opinión:
Quinta entrega de la saga del detective Pendergast, nuevamente jugando con lo sobrenatural/fantástico y lo detectivesco, incitando al escéptico que llevamos dentro para descubrir el pastel.
En esta entrega, se supone que se inicia la denominada trilogía de Diógenes Pendergast pero su aparición es fugaz (si es quien pienso que es) y supongo que tendrá que ver con el final de la novela.
En todo caso, estamos ante un libro muy ameno, pese a superar las 600 paginas, pero en el que se nota demasiado la fórmula Pendergast. Caso imposible, toques fantástico sobrenaturales que sabemos que no serán reales y Pendergast convenciendo a cualquiera gracias a su labio. Hay que reconocer que el modus operandi del asesino, todos los descubrimientos, el carismático y repelente Fosca y el añadido años después de D´Agosta le hacen una lectura muy recomendable y casi diría que mi favorito hasta la fecha.
Si has llegado a leer hasta aquí, evidentemente el resto de libros de la saga irán a más porque nuestro querido detective acaba en una situación peliaguda y se huelen respuestas para el pasado de su excéntrica familia.
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