Sigo con la lectura tomo a tomo de la edición de Jojo Bizarre Adventure
publicada por Ivrea. En este caso toca el tomo 12 y último de la cuarta saga
Diamond is unbreakable Como siempre, habrá spoilers a destajo.
Llegamos a final de saga y las cartas están sobre la mesa, Kira parece tener un plan perfecto y cree que no puede ser derrotado y toda la esperanza reside en que Hayato pueda comunicarse con Josuke y sus amigos. Kira se confía frente a Hayato y revela su identidad y justo en ese momento llegan Josuke y Okuyasu, lo que provoca que Kira no tenga más remedio que anular su Another One Bites the Dust y tenga que luchar frente a frente a los dos amigos.
La batalla final entre Josuke y Kira es tan violenta y espectacular como imaginábamos, dejando fuera de combate a Okuyasu desde el principio, Josuke está tan malherido (y recordemos que no puede usar Crazy Diamond para curarse a sí mismo) que debe esconderse en una casa vacía para esquivar los ataques de las bombas de Kira, quien aparte está siendo ayudado por Stray Cat. Pero todos sus ataques alcanzan a Josuke hasta que el pequeño Hayato descubre que la fotografía del padre fantasma de Kira se comunica con él a través de un móvil escondido en un bolsillo del niño. Josuke entonces engaña a Kira para que mate a su padre y, posteriormente, con la ayuda de un Okuyasu recuperado in extremis, lo derrotan. La posterior llegada de Jotaro, Rohan y Koichi sentencia al asesino, quien acaba muriendo en un accidente, aplastado por una ambulancia que circulaba marcha atrás. Ver como el espíritu del psícopata acaba en el callejón de los fantasmas arrastrado al infierno y como Reimi y su perro pueden descansar en paz es un broche de oro a la historia.
Un buen tomo que se lee en un pispás y una saga tremenda. Lo único malo es que, al tener el anime reciente en la memoria, no nos hemos sorprendido demasiado pero sigue siendo una pasada. Y ahora a por Vento Aureo.
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