Año publicación: 2005
Autor: Nathan Long
Número de páginas: 272
Argumento:
Condenados a muerte, Reiner Hetsau y sus compañeros de celda cuentan con una oportunidad para escapar de la soga del verdugo: una misión destinada a recuperar un objeto sagrado que se encuentra en un territorio en poder de las fuerzas del Caos, los adoradores de demonios. Lo tienen todo en contra, el enemigo se acerca y, para empeorar aún más las cosas, no pueden confiar en que nadie los ayude.
Opinión personal:
No es mi primera incursión en el mundo de Warhammer pero ya hace más de 15 años desde que leí un par de novelas de la Herejía de Horus. No soy un experto en este mundo (no he jugado ni pintado figuritas) pero esta novela da las suficientes pinceladas para enterarse de lo suficiente como para disfrutar la historia.
Nos encontramos ante una novela escrita de forma amena y directa, un trasunto de Los doce del patíbulo en ambientación de fantasía en la que un grupo de rufianes deberán cumplir una misión a cambio de sus vidas. La historia es casi una quest de juego de rol con trampas, cuevas, monstruos acechando, personajes que mueren por el camino, magia, traición. Hay algunos secretos que huelen a la legua como Franz y hay personajes desaprovechados como Gustav, y en general casi todos los personajes están perfilados y poco más a excepción de Reiner. Lo cual no quita que es una lectura que se lee en un suspiro y es entretenidísima.
Una novela sin pretensiones, que espero que su continuación ahonde en lo bueno de esta primera parte y pula sus defectillos. Y ahora a ver cuando me trago mis palabras en la próxima reseña.
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