Tipo: Hack ´n´slash
Sistema: PC
Historia:
Seraphim - guardianes de el legendario "Corazón de Ancaria" y su vínculo sagrado entre su gente habían mantenido la tierra en paz durante siglos, pero desde entonces han sido olvidados. El Señor Zane, gobernante del Imperio Ashen, se alió con los demonios, tratando de abrir las puertas al inframundo. Unidos por las cadenas de este imperio del mal, se forjó una resistencia de los Héroes del bien.
Los jugadores tendrán que derrotar al gobernante opresor del Imperio Ashen, Lord Zane, y evitar que este obtenga un poderoso artefacto conocido como el Corazón de Ancaria.
Opinión Personal:
Al jugar a este Sacred debemos olvidar por completo los anteriores, ya que no tienen nada que ver al Sacred que todos hemos conocido alguna vez. Hemos pasado de un RPG en el que había cientos, millones, billones... de misiones a un hack'n slash lineal en el que iremos recorriendo diferentes puntos de Ancaria, para llegar a nuestra misión final.
Esto hace que todos los fans de este juego, que esperaban una tercera entrega con millones y millones de misiones, se hayan sentido decepcionados.
Aun así, sí seguís mi consejo y os olvidáis, por completo de todo lo que conocéis de este juego anteriormente yo creo que os gustará.
Para empezar el humor sigue presente en todo el juego, tanto en las conversaciones cinemáticas, como en las luchas, gracias a los espíritus de nuestras armas (una de las opciones a la hora de luchas, es poder acoplar un espíritu a nuestra arma, aportándonos algún bonus).
Como buen hack'n slash, las habilidades y las artes de combate son muy fáciles de usar, y enseguida se acostumbra uno a usarlas, tanto que muchas veces no cambiaras de arte una vez acostumbrado a usarla.
Lo único malo que encuentro, es que el juego se hace muy corto, acostumbrada al Diablo por ejemplo, la parte de historia es irrisoria y si tienes un fin de semana largo por delante la terminarás enseguida.Como baza positiva, se puede jugar online con cualquiera y puedes rehacer las misiones en niveles de dificultad mayor, para disfrutar de la matanza.
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