Título: El instituto
Año publicación: 2019
Autor/a: Stephen King
Número de páginas: 624
Argumento:
En los suburbios de Minneapolis, unos intrusos asesinan a los padres de Luke Ellis, de doce años, y lo secuestran. Se despierta en una habitación idéntica a la suya en The Institute, una instalación ubicada en las profundidades de los bosques de Maine. En el Instituto hay otros niños secuestrados con talentos especiales (telequinesis y telepatía) que viven en habitaciones propias. Kalisha, Nick, George, Iris y Avery Dixon, de diez años, están todos en Front Half, mientras que otros se graduaron en Back Half. La Sra. Sigsby, directora del instituto, y su personal están dedicados a extraer los talentos especiales de los niños. A medida que cada nueva víctima desaparece en la mitad posterior, Luke se desespera cada vez más por salir y buscar ayuda.
Opinión personal:
Sigo sin poder perderme mi cita anual con Stephen King, mi escritor favorito. Para cuando salga publicada esta reseña ya hará un año que la habré leído pero esa es la magia de blogger y de tener el blog preparado con mucha antelación.
Divagaciones aparte, volvemos a una novela "gorda" de Stephen King y cuando el maestro está on fire, cuanto más mejor. En las primeras paginas nos descoloca un poco con los capítulos del agente Tim, que no parecen aportar mucho, pero cuando entramos de lleno en la trama de Luke, nos sumergimos en un pasapaginas.
SK vuelve a un tema que fue recurrente en su carrera: los poderes mentales(Carrie, Ojos de fuego, La zona muerta) que estaba bastante en boga en los 70 y los 80 e incluso incluyó en partes de su obra magna La Torre Oscura. Aquí veo al autor bastante en su salsa, quizás no sintiendo los anquilosamientos autoimpuestos del género como en Mr Mercedes o en un intento de algo bigger than life como en Revival. El instituto no es una historia hartamente complicada, tenemos a críos con poderes injustamente maltratados como en Stranger Things(serie que ya bebía mucho de King entre otras fuentes), salpicandolo con conspiraciones y adultos que caen muy mal con cierto toque carcelario malrollero.
No es una novela que entre en el top 10 del autor pero está escrita con su habitual oficio y desparpajo, los niños son adorables en sus facetas (quizás los adultos son algo más sosos) y los antagonistas tienen sus suficientes capas como para no ser villanos de opereta. Son algo más de 600 páginas que se pasan volando, una lectura muy agradable y que me he recordado a cierto sabor del King más añejo, no del que producía obrones cada dos por tres, pero sí del que sabía crear enganche y entretenimiento de primer calibre.
Supongo que todas las novelas de King tienen tanto admiradores como detractores, pero si bien a mí este trabajo me encantó, me rescató a un King que añoraba, a mucha gente le pareció algo floja.
ResponderEliminarCoincido en lo de que ese comienzo con el agente Tim solo se lo puede permitir un tío cuyo nombre va por delante de la historia, aunque en el conjunto de la historia es una parte apropiada y necesaria.
Sí que peca un poco de novela ligera por momentos, hay muchos contra que se le pueden sacar, pero qué quieres que te diga, a mí me enganchó como hacía mucho que no lo hacía, sufrí y me irrité con esos niños y me lo pasé en grande, y además le encontré varias reflexiones más profundas de lo que cabría pensar en un inicio.