Año publicación: 1971
Autor/a: Thomas Tryon
Número de páginas: 368
Argumento:
Verano de 1935. En un bucólico pueblo de Nueva Inglaterra, la gente no para de hablar sobre la epidemia de muertes que está asolando el hogar de los Perry. Tras el trágico fallecimiento de Vining, el padre, que se cayó por las escaleras del almacén mientras guardaba la cosecha de manzanas, la familia se enfrenta a una nueva pérdida: la del primo Russell, que muere en el granero ensartado en una horca que el jardinero jura haber dejado guardada en su sitio. Los hijos gemelos de Vining son una pareja de lo más peculiar: cada uno podría leer los pensamientos del otro, pero no pueden ser más diferentes. Holland es sarcástico e introvertido, y todo el mundo le considera una mala influencia para la familia, mientras que su gemelo, Niles, es agradable y generoso, y todos le adoran. Ambos viven inmersos en un extraño juego telepático que les enseñó su abuela rusa. Y puede que el juego se les esté yendo horriblemente de las manos
Opinión personal:
La publicidad de la novela indica que es la historia que animó a Stephen King a escribir terror, no sé si es cierto pero desde luego nos encontramos ante una historia inquietante. El libro empieza interpelándonos en primera persona, con un narrador que nos habla directamente con palabras inconexas para luego alternar con la infancia de Niles y Holland y uno sospecha si es uno de los dos quien cuenta la historia desde su adultez. Tal y como la historia se desarrolla, es obvio que Holland es un psicópata pero Niles,aunque no le jalea, si le perdona todo y mira hacia otro lado.
No quiero desvelar nada más aunque los lectores de hoy en día ya nos podemos imaginar por donde irán los tiros, aunque eso no le resta disfrute. Nos encontramos ante una sucesión de terribles desgracias, empujadas o no por los gemelos, y como lectores asistimos impotentes al desarrollo de una maldad incomprensible y, en cierto modo, inocente. Los días pasan como si nada, con una prosa casi mágica, pero los Perry son empujados cada vez más a la tragedia. En cuanto al posible componente sobrenatural telepático, tiene su explicación y no la tiene, el recuerdo del capítulo del gallo me da escalofríos y es un puro momento de terror(entre los muchos que tiene la novela)
Una lectura terriblemente disfrutable, terror del bueno y que os enganchará y hará que os mordáis las uñas de la tensión.
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