Título: Pleamares de la vida
Año publicación: 1948
Autor/a: Agatha ChristieNúmero de páginas: 224
Argumento:
Tras morir Gordon Cloade sin testar, su viuda Rosaleen resultaba heredera universal del difunto, en perjuicio de los parientes del mismo. Un problema, sin embargo, surge frente a la muchacha: Rosaleen había enviudado antes de un primer esposo, oficialmente muerto pero que de pronto aparece vivo.
Una conmoción cuya secuela en forma de criminal embrollo obligará a Hércules Poirot a exprimirse frenéticamente las células grises
Opinión personal:
En esta vigésimo tercera novela de Poirot, el célebre detective belga aparece en el prólogo y no reaparece hasta la mitad de la novela. En ese espacio de lectura sin Poirot conoceremos mejor a los actores de la tragedia que está a punto de consumarse que tiene mucho de teatro. Hay varios sospechosos que quieren un dinero que creían legítimamente suyo ya que el fallecido "casi" les había obligado a no esforzarse demasiado ya que siempre les prometía que cuidarían de ellos. Habrá fanáticos de la astrología, abogados corruptos, bovinos agricultores, mujeres que sueñan con regresar al frente y violentos hombres de guerra con un aire de clasismo de los que no saben convivir y desprecian que durante la guerra encumbraban como héroes.
La investigación posterior es tan entretenida como siempre, un par de giros que no me vi venir ni por asomo y que resuelven de forma genial la trama, pero hay un punto que mancha la novela para mí. Es el supuesto final feliz con un personaje quedándose con otro que intentó matarle por "la fuerza del amor" y demostrar que es un hombre "de verdad". Eran otros tiempos, yo tengo una edad y mis padres no habían nacido cuando se publicó esta novela, pero me ha dejado con un sabor de boca agridulce.
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