Año publicación: 2005
Autor: Javier Negrete
Número de páginas: 720
Argumento:
Dos años después de conquistar la Espada de Fuego, Derguín Gorión, el nuevo Zemalnit, se encuentra refugiado en la ciudad de Narak y vive obsesionado por el recuerdo de Mikhon Tiq, su amigo y aprendiz de mago, que perdió su espíritu en combate con el hechicero Ulma tor y cuyo cuerpo fue petrificado y abandonado en las selvas de la Sierra Virgen. Su anhelo es recuperar el cuerpo de su amigo y rescatar su espíritu, pero también debe luchar contra las pesadillas que le advierten que Togul Barok, su gran rival en la lucha por la Espada de Fuego, no ha muerto.
Pero Tramórea vive momentos convulsos: en el norte, la caída de un meteorito está envenenando todas las tierras de cultivo, y en el sur los temibles guerreros Aifolu han encontrado un nuevo caudillo en el Enviado, el mesías de un dios que no puede ser nombrado y que amenaza con hundir el mundo en un baño de sangre y de sacrificios humanos. En el camino del nuevo dios se va a cruzar Darkos, un adolescente que consigue huir de la destrucción de la ciudad de Ilfatar e irá a la búsqueda de su padre, un guerrero del que sólo conoce el nombre: Kratos May.
Opinión personal:
La segunda parte de "La espada de fuego" continúa dos años después de los eventos de la primera entrega(tal y como indica la sinopsis). En esta novela, la narración la veremos desde diferentes puntos de vista para tener una visión más global de la guerra que se está forjando en Trámorea: por un lado tenemos a Derguín, quien está entrenando a su propio ejercito para prepararse para el futuro, a un niño llamado Ariel quien tiene un don para los idiomas y acabará al servicio del Zelmanit, a Kratos, quien vuelve a la Horda pero que ahora está bajo el mando de un caprichoso duque llamado Zorcas y el joven Darkos quien verá como toda su vida acaba destrozada por culpa de los sangrientos Ailfolu del Enviado.
A partir de aquí, tendremos nuestras pequeñas dosis de politiqueo a lo Juego de Tronos, unas batallas espectaculares (la invasión de Ilfatar es puro terror y la última es tan épica como satisfactoria), conoceremos el reino de las amazonas Atagairas, veremos demonios que quizás no sean orgánicos, magos pretenciosos que son más de lo que parecen, pizcas de humor, violencia, fantasía, todo un espectacular viaje como el de Derguín para rescatar a su amigo (con toques de ciencia ficción casi cyberpunk) y mucha emoción.
Una buena continuación de La espada de fuego, para mí superior a ésta ya que tira de menos tópicos de la fantasía y abraza su propia mitología grecorromana con toques de ciencia ficción. Sus más de 700 páginas se me han pasado en un suspiro y estoy deseando leer la siguiente entrega.
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