Año publicación: 2010
Autor:John Connolly
Número de páginas: 336
Argumento:
Despojado de su licencia de investigador privado y vigilado por la policía, Charlie Parker trabaja en un bar de Portland y lleva aparentemente una vida apacible. Sin embargo, todavía le abruman ciertos episodios de su pasado, en particular las circunstancias en que se produjo la muerte de su padre, Will Parker. Cuando Charlie era niño, su padre, policía neoyorquino, mató a dos jóvenes, un chico y una chica un poco mayores que su hijo, y después se quitó la vida. Charlie decide averiguar qué ocurrió exactamente, y para ello tendrá que volver los ojos hacia su pasado, aunque eso signifique descubrir incómodas verdades y comprometedoras mentiras. Entre ellas, la implicación en aquellos acontecimientos de dos inquietantes figuras: un hombre y una mujer, tal vez amantes, cuya aparición no augura nada bueno. Para colmo, Parker tiene que evitar a un periodista insidioso, empeñado en hurgar en el lado más oscuro del investigador
Opinión personal:
Después de ocho libros, finalmente conocemos porqué mató el padre de Charlie a aquellos dos jovenes y el motivo de su suicidio. La sombra de la muerte y la culpa de su padre estaba muy presente en los actos presentes de Parker pero aquí descubrimos hasta que punto está relacionada con varios villanos que han ido apareciendo en la saga y que definirán también el futuro del ex detective.
La novela no tiene una trama excesivamente compleja en comparación a lo que nos tiene acostumbrados Connolly pero el derroche de información suple bastante tal eventualidad. Nos dan pistas de quien ha estado ayudando durante años a Charlie Parker y el nombre de un villano(o villanos) que darán juego. Y a todo esto, El Coleccionista sigue los pasos de Parker y recogiendo sus sobras como una hiena tras el festín de un león.
Lo único que he echado de menos es más presencia de Louis y Angel pero imagino que era para compensar su protagonismo total en la anterior entrega. Como todas las novelas de la saga, muy recomendable, pero hay que leerlas en orden o te destriparás la gracia y la emoción de la historia.
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