Una pareja barcelonesa con gustos frikis. Y ahora con más robots asesinos que nunca

martes, 23 de junio de 2020

El mandaloriano: Primera temporada

Título: El mandaloriano
Temporada: 1
Nº capítulos: 8
Reparto:   Pedro Pascal, Gina Carano, Giancarlo Esposito, Emily Swallow, Carl Weathers, Omid Abtahi, Werner Herzog, Nick Nolte
Argumento: 

Tras la caída del Imperio, un cazarecompensas solitario mandaloriano recibe toda clase de encargos, allá donde no llega la Nueva República. Pero la complicada misión de captura le traerá un compañero inesperado.






Opinión:


El mandaloriano fue, sin duda, la mejor sorpresa del universo Star Wars en 2019. Una serie de western/space opera, de pocos episodio y agradecidos capítulos cortos de entre 30-35 minutos que se pasaban volando.

Lo primero es que se nota que hay dinero, casi 15 millones  de dólares por episodio, y la serie luce como Dios. La fotografía y escenografía están muy detalladas, con esos planetas desérticos(en su mayoria) con droides de cgi integrados de forma maravillosa en los planos así como las pocas batallas de naves espaciales. Es una serie de alto presupuesto y está bien gastado, es como ver ocho minipelículas de western de Star Wars. 

Argumentalmente, y sin destripar demasiado aunque a estas alturas casi todo el que la quiera ver ya la habrá visto( o sabrá al menos de "Baby Yoda"), nos encontramos con un cazarrecompensas al que nunca vemos el rostro y que sigue el particular credo de los mandalorianos. El pasado del personaje principal se esboza con unos pequeños flashbacks y nos muestra que los mandalorianos no sólo son guerreros formidables, sino que son realmente unos protectores de los huérfanos como el protagonista. Este cazarrecompensas enmascarado al que casi todos llaman "Mando" se enfrenta a una misión en apariencia rutinaria pero que culminará con la recuperación de un bebé de la raza de Yoda que deberá entregar a unos seguidores del Imperio. Sí amigos, el Imperio sigue vivo pese a que la Nueva República siga en pie, y tiene su lógica dado que, aunque esté situada años después del episodio VI, es imposible vaciar la inmensa galaxia de todos los soldados imperiales. A partir de ahí, la conciencia de Mando le pondrá en el punto de mira de mucha gente y le veremos en multitud de desventuras (una de ellas homenaje a Los siete samurais o Los siete magníficos) mientras sus lazos con el pequeño se estrechan y otros personajes secundarios toman más papel.

La verdad es que yo, que no soy casi nada starwarsero, he gozado mucho con la serie. La mezcla de western y Star Wars es fetén, vemos alienígenas por doquier, el protagonista derrocha carisma pese a su estoicismo y no verle el rostro, Baby Yoda es adorable y las aventurillas por las que pasa (exceptuando los dos capítulos finales que siguen la trama y dejan abierta una puerta para la siguiente temporada) son de lo más entretenidas.

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