Año publicación: 2013
Autor: Christopher Buelhman
Número de páginas: 336
Argumento:
1935, a finales de la Gran Depresión. Frank Nichols acaba de perder su puesto de
profesor de Historia y decide trasladarse a una casa heredada en el tranquilo pueblo de Whitbrow(Georgia) junto a su pareja, Dora.
Frank empezará a escribir la historia de su bisabuelo Lucien Savoyard, un cruel esclavista mientras se aclimatan a la vida del, en teoría, apacible pueblo. Pero en el bosque cercano hay algo siniestro y oculto al que el pueblo ofrece sus sacrificios cerca de las ruinas de la mansión de su antepasado.
Opinión personal:
Las historias de pueblo siniestro me gustan mucho, así que esta novela tenía ganado mucho conmigo. Quizás, al estar escrita en primera persona, se pierde esa parte de conocer mejor al reparto coral y excepto Frank y Dora los demás están más bien esbozados.
Lo bueno:
La ambientación de los años 30.
Las escenas "escabrosas" (la escena del colegio para asustar a los de pueblo es buenísima)
El primer encuentro de Frank con el chico sin pantalones.
El taxidermista, es un gran secundario y me habría gustado saber más de él.
Lo malo: La explicación de las criaturas no me ha entusiasmado pero es difícil explicar lo sobrenatural y creo que siempre es mejor dejar ciertas puertas abiertas.
El epílogo y la "batalla final" creo que son un añadido no necesario.
Los flashbacks de la guerra me resultaron un tanto cansinos.
¿Recomendable? A mi me ha entretenido, lo cual no es poco, y está muy bien escrita. En este tipo de historias prefiero la narración en tercera persona dado el nº de personajes y al ser en primera persona se gana en introspección pero se pierde en definición del resto de personajes.
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