Terminamos, por desgracia, con nuestro visionado de la decimoquinta temporada de Mentes Criminales.
En este artículo, reseñamos los capítulos 8 al 10 correspondientes al segundo disco. Un placer haber seguido durante tantos años esta serie que logró engancharnos con sus asesinos en serie.
Árbol genealógico: Cuando los cuerpos de hombres de negocios y prostitutas aparecen en Beaumont, Texas, el BAU se enfrenta a un asesino con realidades conflictivas. Mientras tanto, Prentiss y J.J. lidian con sorprendentes ofertas de trabajo.
La serie ya se acaba y me sorprende este asesino de relleno y poco carismático(podría haber dado más de sí) pero la trama hacia el Camelón avanza con ese epílogo y me da en la nariz que no sobrevivirán todos.
Cara a cara: La BAU viaja a Reno, Nevada, para seguir una pista de Everett Lynch, "El Cameleón", y descubrir sus nuevas motivaciones. Sin embargo, se ven obligados a lodiar con la madre de Lynch que tiene una agenda propia que conduce a un resultado impactante.
Penúltimo episodio en el que volvemos a la trama del Camaleón y en el que parece la despedida ya de varios personajes(o no). Pese a que es un villano que no me convence por su "sosez"(ya buscada expresamente), reconozco que este episodio me ha gustado más y ha logrado sorprenderme al final que desembocará en la series finale.
Y al final: Reid se enfrenta a sus propios fantasmas en el coma mientras el equipo persigue a Lynch, quien ha ido a casa de Rossi.
Después de tantos años, terminó finalmente Criminal Minds. El Camaleón ha sido lo de menos, "derrotado" en pocos minutos y el episodio ha sido una celebración de la serie y de sus personajes, sobre todo Reid, Rossi y Penélope. Se echará de menos al equipo y los casos pero 15 temporadas no son moco de pavo y siempre se pueden revisionar.
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