Overlord: Primera temporada (Reseña anime)

Título: Overlord

Nª de episodios: 13

Estudio de animación: Madhouse

Año de emisión: 2015

Género: Fantasía, acción,humor


Sinopsis:

Año 2126, se decide descontinuar Yggdrasil, un juego DMMORP muy popular durante años pero que ha caído en desuso. El día que debían cerrarse los servidores del juego, Momonga, líder del gremio Ainz Ooal Gown, una vez compuesto por 41 miembros y acreditado como uno de los gremios más fuertes del juego, decide permanecer en línea hasta que el juego sea cerrado a modo de despedida de ese lugar tan especial para él.

Tras la hora de cierre de los servidores, Momonga descubre que han sucedido cosas impresionantes y misteriosas. Aún está en la Gran Tumba de Nazarick, que es la base y hogar del gremio Ainz Ooal Gown, también se ha convertido realmente en su personaje con todos los poderes y habilidades que ello implica, los NPC que le sirven ahora son seres conscientes y la gran tumba ya no está en los pantanos de Yggdrasil, sino que ha sido enviada a un mundo de fantasía donde la magia y las criaturas místicas existen.

Opinión personal:

 

¿Cómo sobreviviríamos si descubrieramos que hemos sido transportados al personaje del videojuego al que nos hemos viciado durante años y en el que nos convertimos en prácticamente dioses? Con un tono especialmente paródico al principio, que se va diluyendo, dejando pinceladas de humor, vemos como Momonga (que posteriormente decide hacerse llamar Ainz Ooal Gown, como su gremio) se adapta a su nuevo estatus y explora ese nuevo mundo de fantasía disfrazado de heróe. Usando los clichés de los rpgs, tanto de videojuego como del Dungeons and Dragons de toda la vida, veremos esa doble personalidad de Momonga (la fría y calculadora que proyecta, y la ligeramente más humana de su "alma") salvado a un pueblo por el mero hecho de ganar aliados o unirse a un grupo de aventureros y enfrentarse a poderosos nigromantes que son poco más que hormigas a su lado o derrotar a poderosas bestias que son poco más que mascotas adorables.

 

Estos 13 episodios saben a poco, ya que a duras penas vislumbramos parte de ese nuevo mundo y, haciendo un símil videojueguil, participamos en un par de quests. Es cierto que la temporada deja abiertos un par de interrogantes interesantes, pero reconozco que no me ha enganchado tanto como esperaba. Sin embargo, como todo indica que la serie va a más, seguiremos en la segunda temporada a ver como lo lleva este "señor del Mal".