Una pareja barcelonesa con gustos frikis. Y ahora con más robots asesinos que nunca

martes, 13 de octubre de 2020

Souten no ken(Reseña manga)

Título: Souten no ken
Autor: Tetsuo Hara(supervisión de trama por Buronson)
Tomos: 22
Argumento:
Precuela de Hokuto no Ken, ambientada en Shangai en los años 30. Allí el tío de Kenshiro, también llamado como él, es conocido como el Rey del Infierno en el submundo del hampa. Regresa a Shangai para ayudar a unos viejos amigos mafiosos contra otra banda y se encontrará con rivales de otros estilo de lucha de Hokuto.











Opinión personal:


Hokuto no Ken es uno de mis mangas favoritos, es brutal, divertido y mega entretenido. Su único fallo son sus 3 últimos tomos(si no recuerdo mal) que son una especie de secuela situada años después y que se ve como repetición pero todo lo anterior es un disfrute bestial.

En Souten no Ken saltamos de la ambientación futurista y fantástica (que daba más juego) a una histórica en el Shangai de los años 30 y ese cambio de escenario y querer hacer una historia más realista no ayuda a este tipo de manga. La interminable guerra por el control de la mafia en Shangai con los gangsters buenos y los malos se hace algo pesada porque los villanos no tienen demasiado carisma (sobre todo los luchadores a los que se enfrenta Kenshiro, al menos los jefes débiles tienen su gracia) y hay una especie de humor, no sé si autoparódico, en algunas escenas que le quita seriedad a una violencia un tanto extrema aunque más debilitada que en HnK. 

Hacia mitad del manga, la historia de los gangster termina y empieza una saga entre rivales de luchadores del estilo Hokuto pero, por mucho misticismo que quieran darle, carecen de la fatalidad de ese mundo acabado de la anterior obra, y las peleas no tienen la misma gracia. Los enemigos de Kenshiro apenas son carismáticos(aparte que casi todos acaban convirtiéndose en sus "amigos") y las comparaciones con HnK son odiosas. El dibujo de Tetsuo Hara sigue en forma, con algunos plano cuestionables, pero aquí se echa de menos la mano de Buronson al guión, quien supuestamente ejerció de supervisor. En todo caso, para no quedarme sólo con el lado negativo voy a quedarme con lo bueno, algunas flipadas estilo Puño estrella del norte que siempre animan:

-Kenshiro atropella a una banda de bandidos con un autobús dandoles la "bienvenida" a Shangai.
-El enemigo planea infectar de peste a la banda rival pero Kenshiro atrapa al saboteador, un extraño hombre topo y le obliga a tragarse el vial.
-Los dos jefecillos, el gigante que no reconoce que es gigante y el enano con complejo de Napoleón, con el cachondeo de sus empleados asustados y esos cambios de plano por los que la gente no descubre sus distintos tamaños hasta tenerlos al lado.



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